domingo, 10 de junio de 2012

Don Quijote de la Mancha (vídeos musicales)

Mago de Oz


Molinos de viento


Letra

Ancha es Castilla


Letra


El templo del adiós


Letra

Sancho-Quijote


Letra

Adiós Dulcinea


Letra




Zenit


Fábrica de sueños

Letra




La Excepción


Hipjote (Dulcinea)


Letra:
-Pues la conozco, señor, 
-dijo Sancho-, y sé decir 
que bien puede competir 
en el pueblo y derredor 
con el zagal que mejor 
tire una barra a la flecha. 
Seamos precavidos, mi señor 
Don Quijote...
(Me dice Sancho, el gordo...
¿A que te pongo un mote?)
-Ella es de las flores el brote 
que alimenta mi deseo. 
-"Obsesionao" por Dulcinea me veo...
-¡Qué dices Sancho!, ¿que la conoces?
-Sí, mi señor, y es una moza hecha 

y derecha, 
sí, de chapa, guapa, 
de pelo en pecho, 
que escapa, 
y todo bien aprovecha. 
Y es virtud suya, además, 
no ser melindrosa, 
¡qué va!, 
sino sutil y graciosa, 
como el simpático gas, 
pues con todo se divierte 
y no miente, 
rezo, 
¡ay!, sin rubor y sin complejo. 
Y ahora le digo a vuestra merced, 
que es fuerte 
y no teme ni a la muerte, 
que siga y no se detenga, 
pues no basta con hacer locuras
sino estar a la más dura
 de las pruebas, 
mi caballero de Triste Figura.
-¡Y ahí va!
-¿Quién?
-Don Quijote de la Mancha.
-¿Y con quién?
-Con su escudero Sancho Panza. 

Atraviesan los caminos 
y se enfrentan con molinos 
andantes, 
así lo quiso Cervantes.
En busca de su universo hermoso, 
como la dulcinea del Toboso.
-Y ya que tanto parlo 
y hablo 
añadiré aquí 
que ya querría verme en buen camino 
solo por verla, 
que hace muchos días que hasta verla
no la veo 
y debe de estar ya trocada 
plantada
bajo el aire a campo abierto 
y expuesta al sol del desierto 
de la paz de las mujeres 
que se dice que son seres sensibles 
en demasía, 
en demasía, 
y muy cierta desmejoría. 
-Y ahora quiero, 
mi señor don Quijote,
 hacer honor a la verdad 
y os diría 
que yo padecía 
ignorancia hasta aquí 
pues yo pensaba 
que esa dama de que hablaba 
y de bastante importancia 
era señora de rancia 
estirpe, o una gran princesa, 
y que la Dulcinea era expresa 
y talmente la mujer que os llevaba 
a enloquecer por amor. 
¿Por amor? 
Pues no es amor lo que le pesa a los valientes.

-¡Y ahí va!
-¿Quién?
-Don Quijote de la Mancha.
-¿Y con quién?
-Con su escudero Sancho Panza. 
Atraviesan los caminos 
y se enfrentan con molinos 
andantes, 
así lo quiso Cervantes.

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